Y 2024, ¿qué tal ha ido?
Pues se acaba el año, y como todo bloggero que se precie, no voy a desaprovechar la oportunidad de escribir un post recapitulando qué tal ha ido el año. Y la verdad es que desde la última vez que nos tomamos las uvas al son de un reloj, han cambiado mogollón de cosas.
La mas destacada, me he cambiado de trabajo.
Empecé el año en mi primer trabajo como desarrollador, tocando de todo un poco. Y de todo un poco en el sentido literal de la expresión. Al par de meses ya estaba montando aplicaciones web de cero a producción, con todo lo que implica: hacer el front, hacer el back, montar bases de datos, gestionar servidores de Azure, pipelines CI/CD, cosas de redes, un poco de procesamiento de datos…No me aburrí, la verdad. Tuve la oportunidad de aprender mucho más de lo que pensaba que iba a ser capaz de asimilar, pero aqui estamos. Hay muchas áreas en las que sólo tengo una idea general, y otras en las que me desenvuelvo que ni tan mal, pero bueno, para un año y pico que he estado ahi, qué mas quieres.
El caso es que decidí saltar a pastos mas verdes en marzo. No estaba mal donde estaba, pero es lo de siempre. Te valoran mas en casa del vecino que en la tuya. Mejor salario, horario (muy) flexible, teletrabajo, compañeros con mucha mas experiencia de los que aprender… la decisión estaba clara.
Y de paso me he dado cuenta de que, aunque me he tirado un añito haciendo web development, a mi lo que me mola es toquetear datos y hacer pipelines y cosa del estilo. Y con eso ando ahora, en una consultora especializada en el mercado eléctrico, transformando ficheros csv en parquet.
Al haber cambiado la oficina por una habitación de casa, he tenido que hacer varios cambios. El primero, dormir mas y vivir en pijama. El segundo, montar una oficina que estuviera apañada. Espera que te lo cuento.
Me he pillado dos monitores de 27” que son lo más de lo más. Bordes finitos, se ven de vicio y me dan +3 en programación. Que desde que utilizo en tiling windows manager, pues con uno me basto y me sobro, pero ya que los tengo, pues uso los dos. También han caido unos cascos bien grandotes. Ahora escuchar a los franceses chapurrear inglés es una experiencia premium, y la cancelación de ruido viene de perlas para cuando está la aspiradora puesta.
Y como todo programador™ de bien, me tenía que comprar un teclado mecánico. Pero yo no soy un programador cualquiera, y además me veo con las muñecas jodidas de aquí a 5 años, así que he decidido aprovechar y romper la hucha para agenciarme con un flamante Glove 80 con switches cherry blossom. Unos switches súper silenciosos y cómodos. Ya no se puede comprar el teclado con ellos. Edición limitada, chaval.
Total, que así en general, en lo que a trabajo se refiere, me ha cambiado a un sitio donde probablemente me tire unos cuantos años, me he comprado un montón de juguetes nuevos y he descubierto hacia dónde quiero orientar mi carrera laboral. Ni tan mal diria yo.
Cambiado ligeramente de tema pero aún relacionado con el tema del teletrabajo, si empecé en marzo a teletrabajar, para el verano ya me dí cuenta que si seguía moviéndome lo mismo que la planta que tengo detrás para hacer bonito en las llamadas de Teams, a los 40 iba a llegar hecho una pena. Asi que le he puesto remedio atacando por dos frentes: primero, retomando la calistenia. Segundo, retomando lo de correr.
Respecto a la calistenia, ahora gano dinerito fresco. Eso de entrenar en un parque pasando frio en invierno y calor en verano es de mataos. Ahora pago 80 euros por hacer lo mismo pero en una nave industrial, con gente petada que hace crossfit y son todos unos hybrid athletes del copón. Me miran raro cuando hago dominadas sin coquetear con una tetraplejia, pero es lo que hay. Ya he recuperado mas o menos el nivel que tenía antes, y me vuelvo a hacer unos pocos muscle ups medio estrictos en anillas. Estoy bastante contento con el progreso, aunque aún hay que afinar. Respecto a lo de correr, hice la de cualquier corredor estándar. Empecé con ganas, todo iba bien hasta que de repente pum. Lesión. Y pues nada, saliendo de nuevo ahora pero poco a poco.
Mención especial a las nuevas incorporaciones familiares. Los gatetes son un amor, han salido cariñosos y eso se agradece. Todo un acierto lo de tener un teclado dividido en dos, asi pueden dormirse cerquita mío sin tener que dejar de trabajar.
He leído menos de lo que me hubiera gustado. Por ocio, quiero decir, porque estoy todo el rato que si leyendo un post de un blog, un articulo de nosequé, un libro de nosecuánto…todo de programación. Vamos, que ni me enteré de que había nuevo libro del Archivo de las Tormentas, no digo más.
Y poco más. Año nuevo vida nueva. Y aunque los propósitos de año nuevo yo me los pongo en septiembre, que es cuando siento que tienen más sentido, para este año voy a pedir la paz en el mundo.
Salu2